Según datos ofrecidos por la Organización Mundial de la Salud, el autismo se manifiesta durante la infancia, y se calcula que 1 de cada 160 infantes tiene un trastorno del espectro autista (TEA). Este padecimiento está formado por un grupo de afecciones diversas que se pueden detectar durante la infancia, sin embargo, es más probable que se diagnostique mucho más tarde.
El autismo puede afectar más a niños que a niñas, y las primeras señales se presentan generalmente antes de los tres años de vida. Un pediatra o un especialista del área se basan en tres líneas generales para los criterios de diagnóstico como son: los trastornos de relación, los trastornos de la comunicación y los trastornos de conductas e intereses particulares.
¿Qué es el trastorno del espectro autista (TEA) o autismo?
Años atrás pensábamos que el autismo era un síntoma de otra patología como la esquizofrenia. Mientras más avanzaban los estudios nos dimos cuenta de que era un trastorno diferente y que tenía características propias. Y aunque hasta ahora no existe un origen específico, afirman que son causas multifactoriales que lo generan, ya sea componentes genéticos, ambientales o una alteración que se produce entre madre e hijo.
Una persona con autismo tiene dificultades para la interacción y la comunicación social, además de tener intereses restringidos, sensibilidades sensoriales inusuales y comportamientos repetitivos. En la última actualización de los criterios del diagnóstico del autismo se eliminaron los problemas del lenguaje.
En España hay una estimación aproximada de que existen entre 1 y 2 casos por cada 1000 niños, una cifra de casi 13.000 niños afectados por esta condición. En el país se están realizando estrategias eficientes para la identificación temprana del trastorno del espectro autista (TEA) para que puedan tener un tratamiento precoz y con ello mejores resultados.
¿Cómo se trata el autismo?
El autismo no tiene cura, pero recibir tratamiento desde los primeros síntomas del niño, va a marcar una gran diferencia para que lleve una vida mejor donde puedan interactuar y comunicarse con sus familiares y amigos en cualquier situación.
Los programas de tratamiento recomendados con expertos incluyen terapia del habla, ocupacional, conductual, entrenamiento en las habilidades sociales y el suministro de algunos medicamentos para ayudar a prestar atención, controlar la hiperactividad y conciliar el sueño.
Señales para identificar los signos del autismo
El autismo es una condición compleja que afecta el desarrollo del niño y no tiene en cuenta raza, cultura o clases sociales. Cada persona manifiesta los síntomas de forma diferente y la condición va evolucionando de distinta manera, siendo para algunos leves y para otros más graves.
Veamos algunas señales que sirven para identificar los signos del autismo en una persona:
– Niños distantes o desconectados
Los infantes con autismo se suelen mostrar distantes y desconectados de lo que los rodea: con sus padres, hermanos, familia y amigos. No entienden las señales faciales y por lo general no tienen conexión emocional, es decir, si una persona les sonríe o les frunce el ceño, no notarán la diferencia y reaccionarán de la misma manera.
A las personas que se le diagnostica autismo no logran formular una explicación al pensamiento o la conducta de otros individuos; los expertos aseguran que presentan un déficit en la teoría de la mente, a la capacidad de colocarse en el lugar de otro.
– Dificultad para empatizar con los demás
Las personas con autismo tienen dificultad para empatizar con los demás, tienen problemas para apreciar o comprender las situaciones o emociones de otros individuos, las perspectivas de otros. Ellos piensan que todo el mundo ve y entiende como ellos lo hacen, lo que le impide entender las acciones de otros individuos.
– Son indiferentes ante las interacciones sociales
Un gran porcentaje de niños son muy sociables con otras personas, miran a los demás a los ojos, responden por su nombre, imitan expresiones, se agarran de las manos cuando juegan, entre otras acciones sociales naturales. Sin embargo, los niños con autismo no tienen dichas características, no se interesan por participar en juego con otros niños, en actividades habituales para su desarrollo infantil.
Estos síntomas se presentan por lo general a los 18 meses de edad, y mientras más crecen, esas señales se hacen más notorias, comienzan a preferir jugar solos. Por ello, es tan importante la detección temprana de esta condición para comenzar a tratarlos de inmediato.
– Ocurren estallidos emocionales
Los niños con autismo pueden tener episodios emocionales extremos en situaciones que son normales para otros infantes. Tener rabietas o golpearse así mismo, e incluso a los padres y hermanos. Estos estallidos emocionales no los pueden controlar y su forma de combatir con emociones o situaciones nuevas, extrañas o que son estresantes, es haciendo una respuesta física.
– Retraso en el lenguaje en algunos casos
Entre 1 a 2 años de edad, los niños comienzan a hablar, primero con balbuceos, y luego con palabras más claras. Imitan el lenguaje de las personas que conviven e interactúan con ellos; sin embargo, los menores con autismo comienzan a hablar mucho más tarde y logran habilidades lingüísticas con ayuda de un logopeda.
– Presentan conductas repetitivas
Los niños con autismo presentan conductas repetitivas, son comportamientos que realizan una y otra vez, como por ejemplo: organizar el mismo grupo de objetos, decir muchas veces la misma palabra o caminar hacia adelante y hacia atrás numerosas veces.
– Vulnerables a la comunicación no verbal
Los niños autistas no desarrollan habilidades lingüísticas con la misma rapidez que un niño normal. Por lo tanto, estimulan un poco más la comunicación no verbal, recurren a elementos visuales y físicos de la comunicación. Por ejemplo, señalan o dibujan un objeto con el que desean jugar.
– Padecen del Síndrome Pica
El Síndrome Pica es una condición en la que el individuo come alimentos que no son nutritivos para su organismo, y no estamos hablando de comida con alto contenido en grasa u otro ingrediente dañino para la salud, son sustancias como tierra, papel, piedras o sustancias biológicas.
Esta enfermedad se asocia al autismo debido a que más del 30 % de los niños también tienen el Síndrome Pica que se extiende hasta edades más avanzadas.
– Mucha sensibilidad a estímulos externos
Uno de los síntomas que frecuentemente presentan los niños con autismo es una alta sensibilidad a los estímulos externos. Se estresan y agitan fácilmente debido a los ruidos, olores, luces brillantes, algunos colores o tipos de ropa, sin ninguna razón aparente. Algunos pacientes insisten en usar siempre un mismo color en las prendas de vestir, o determinadas luces en su cuarto, o incluso jugar con partes determinadas de su cuerpo.
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