La niñez es una etapa crucial para el desarrollo del ser humano, es en este período donde se forjan valores, destrezas cognitivas y emocionales, habilidades y conocimientos sólidos que sientan las bases de un comportamiento personal y social saludable; sin embargo, no siempre se trata de una fase sencilla y feliz, existen problemas que le restan pureza, inocencia y alegría, y una de ellas es la pobreza, una realidad que trasciende estadísticas y que mantiene a niños y niñas de todo el mundo luchando contra una adversidad para la que no se encuentran preparados.
Pero, ¿Qué significa pobreza infantil? Pues precisamente de ello queremos hablarte, abordando el tema desde una perspectiva empática y consciente que busca reflexionar acerca de la manera de cómo se ve afectada la vida de los menores que la padecen y sobre cómo la misma puede llegar a deteriorar por completo el sistema social de una comunidad y de todo un país.
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¿Qué es la infancia?
La infancia es una de las primeras etapas del desarrollo humano y la misma, en líneas generales, abarca el período comprendido entre el nacimiento y la adolescencia.
No obstante, en los términos aprobados por la Convención de los Derechos del Niño, admitida por la Asamblea General de la ONU, este período se extiende incluso hasta los 18 años.
¿Qué es la pobreza infantil?
El término pobreza infantil, a primera vista, parece no engranar, puesto que, ¿cómo puede afrontar un problema aparentemente económico, un ser vivo que aún se prepara para adquirir conocimientos, valores, trabajar y enfrentar la vida? De ahí viene la verdadera complejidad de su conceptualización.
Y es que no se trata solo de la falta de ingresos económicos, es una difícil realidad que abarca aspectos como la nutrición, la educación, la salud y el bienestar emocional de los niños, quienes se ven privados de los recursos básicos para su desarrollo integral por diferentes razones.
Ahora bien, ¿cuáles son esas razones? Veámoslo.
Causas de la pobreza infantil
Las causas de la pobreza infantil son diversas, pero podemos destacar las siguientes:
Falta de recursos y de planificación
Un ingreso insuficiente combinado con una mala planificación familiar es, en la mayoría de los casos, una de las causas principales de pobreza infantil.
El Estado tiene la responsabilidad de velar por los derechos de los niños, aunque el sustento diario, la creación de valores, el bienestar emocional, etc., corre por cuenta de los padres, y si no están psicológica y económicamente preparados para afrontar la paternidad, puede desencadenar en este problema.
Problemas sociales
Por otro lado, desde una perspectiva bastante amplia que abarca problemas sociales de diferente índole, hay que destacar que los conflictos de tipo armado, sanitario, gubernamentales o discriminatorios (como lo son las guerras, las pandemias, los regímenes dictatoriales, la desigualdad de género, credo o raza), también pueden limitar las oportunidades de los niños para acceder a los servicios básicos como la alimentación, la educación y la salud.
Consecuencias de la pobreza infantil
Ahora bien, al igual que las causas que la originan, las consecuencias de la pobreza infantil son complejas, profundas y duraderas, de hecho, las mismas trascienden el tiempo, se viven en estado presente y a futuro, afectando no solo a aquellos que la padecen sino a todos a su alrededor y deteniendo, incluso, el desarrollo social de una comunidad.
Para los niños que la padecen
Quienes experimentan en carne propia la pobreza infantil son, evidentemente, los más afectados.
Las consecuencias para un niño incluyen: dificultad para el aprendizaje, elevados niveles de mortalidad, desnutrición, problemas de salud graves, exclusión, traumas psicológicos, etc.
Los niños que luchan contra la pobreza enfrentan obstáculos para acceder a una educación de calidad, se estancan en su desarrollo físico, cognitivo y emocional, afectando así su futuro y enfrentándose a la estigmatización y al aislamiento, a causa de que la sociedad aún no sabe manejar este problema.
Para la sociedad en general
En otro orden de ideas, hay que señalar que la pobreza infantil también es un problema general, pues, así como se origina a partir de conflictos familiares y sociales, de igual forma termina por frenar el crecimiento de una comunidad.
Una población joven empobrecida no puede contribuir plenamente al crecimiento económico de un país. Asimismo, la falta de acceso a servicios de salud, a actividades recreativas, deportivas y culturales, limita su participación en la sociedad, creando adultos distantes, que no se relacionan con facilidad, con déficits cognitivos, enfermos, apáticos y, en algunos casos, hasta llenos de resentimiento, lo que, en definitiva, no permite que una sociedad avance.
¿Cómo combatir la pobreza infantil?
Se trata esta de la pregunta más importante y para abordar este desafío, es necesario entender que se requiere una acción integral.
Por un lado, es indispensable crear políticas sociales inclusivas tendientes a mejorar la condición económica y emocional de todos los miembros de la sociedad, por igual.
Por otro lado, resulta determinante invertir en educación de calidad que abarque temas relacionados con la creación de valores, con la planificación familiar, entre otros factores de relevancia social. También se requiere de una inversión en servicios de salud integrales para niños y niñas de todos los estratos.
Pobreza infantil: un problema social
En definitiva, hay que dejar muy claro que la pobreza infantil es un fenómeno social que nos implica a todos como ciudadanos, quienes debemos luchar por hacer valer los derechos de los niños en todo el mundo, protegiéndolos y asegurándoles una infancia plena y feliz; pero, además, también debemos ser valientes para reforzar nuestros propios valores y construir una familia a partir de ellos.
En nuestro país, la pobreza infantil sigue siendo un desafío, a la fecha el porcentaje de población en riesgo de pobreza, incluyendo niños, se encuentra por encima del 20 %. Esta cifra recalca la importancia de abordar la problemática de manera completa para garantizar un futuro más equitativo y próspero para todos los niños y niñas en España.
La infancia debe ser un viaje lleno de aprendizaje, diversión y crecimiento, pero la pobreza la está destruyendo y debemos luchar por recuperarla. Invertir en ella es invertir en el futuro y juntos podemos marcar la diferencia procurando un abordaje integral.
Patricia Marcos García.